jueves, 25 de octubre de 2007

ROBINHO

Gambeteador Viejo
El brasileño, en medio de las críticas porque había llegado tarde al Real Madrid después de las Eliminatorias, defendió su derecho a salir de noche. "No tengo que pedir perdón por eso, sí por no sumarme a tiempo al plantel." Tan grande como adentro de la cancha.
Atrevido, ante todo. ¿Uno de los de antes? Parece. Robinho, este habilidoso brasileño que hace con la pelota cosas increíbles, está dispuesto a defender como sea su libertad futbolera. A él no le vayan con discursos tácticos, con obligaciones extremas y mucho menos con aceptar sin chistar discursos tácticos de estos tiempos. Es un lindo desobediente que quiere divertirse. Tirar un caño, un sombrero, amagar mil veces, hacer una bicicleta y también meter goles importantes, como los dos de ayer ante el Olympiakos, por la Liga de Campeones. Es su estilo y nada lo cambia. Ni el Real Madrid, ni la selección de su país ni las presiones de una competencia súper profesionalizada.
Lo critican por salir de noche y, como un señorito, se hace cargo. Por ejemplo, hace un par de días viajó para jugar las Eliminatorias Sudamericanas y demoró su vuelta al Real Madrid por un "festejo largo" con sus compañeros del Scratch brasileño. Se fue de parranda, bah. Hubo tirón de orejas de los dirigentes españoles, de la prensa... Sí, lo mataron. Conclusión: no jugó ante el Espanyol, por la Liga. "Por salir no tengo que pedir perdón porque estaba con la selección y con Brasil cuando perdemos nos vamos a casa, porque es complicado salir después de una derrota, pero si ganamos uno elige. Por llegar tarde sí lo pido, porque tengo la obligación con el club. He hablado con el míster, infelizmente llegué tarde y espero que no vuelva a suceder", se defendió.
Ofreció su versión y apuntó que muchas informaciones que han salido desde su país no son correctas. "Ha sido una semana complicada que al final terminó bien. Mi equipo ganó y yo jugué bien. Creo que muchas cosas que han salido no son verdad, pero mi respuesta la doy dentro del campo, luchando e intentando brillar al máximo. En Brasil hubo un problema muy complicado de vuelos pero teníamos la responsabilidad de estar aquí. No sabíamos que jugábamos el sábado, pensábamos que el partido era el domingo. Si hubiese sido así habríamos llegado bien para jugar. Espero que no vuelva a pasar otra vez", dijo.
Pese al conflicto vivido, Robinho reconoce que siente "la confianza de Schuster" y aseguró que va a trabajar mucho para que confíe en su fútbol "y pueda realizar grandes partidos. La gente se ha centrado en mí y en Ronaldinho porque jugué bien. Si Julio (Baptista) hubiese jugado le habrían señalado también. Muchas cosas que se han dicho no son verdad, pero como hice una jugada buena me apuntaron", manifestó.