Banfield se recuperó de dos complicaciones: a los 16 segundos Delorte lo madrugó y, además, sufrió las lesiones de Barraza y Carrusca. Pero no se quedó y lo dio vuelta con un penal de Erviti y un cabezazo de García.
El horario no fue el habitual y, si bien varias veces vimos partidos a la mañana, Banfield demostró que prefiere jugar después del almuerzo. Olimpo lo encontró dormido y a los 16 segundos se puso arriba. Ese fue el despertador. El Taladro se sacó las lagañas, se lavó los dientes y quiso pelear de igual a igual, pero sufrió otra complicación: Barraza y Carrusca out por lesiones. Igual, los de Falcioni remaron y lo dieron vuelta en diez minutos: Erviti empató de penal y Cristian García puso la cabeza para el 2-1 final. Banfield aprendió de la lección de entrar dormido y se bancó los cambios obligados.
La vuelta de Olimpo a Primera se hizo esperar y esas ganas de estar en la máxima categoría se evidenciaron en sólo 16 segundos. Sacó del medio, Diego Galván metió una linda asistencia y Delorte, de cabeza, sorprendió al Florencio Sola. Banfield, sin tocar la pelota, ya estaba 1-0 abajo. Los de Bahía se sintieron mejor parados y tuvieron otra en los pies de Galván que sacó Bologna. El Taladro, en cambio, no encontró juego, sino lesiones: out Barraza y Carrusca antes de los 20’.
Ring. Banfield se despertó y la historia cambió. Erviti fue la lanza de los guerreros de Falcioni y de la mano del 10 empezó a ganar posesión y terreno. Walter metió el centro que derivó en el penal de Casais a Barrales (dudoso) y se hizo cargo de la ejecución: fuerte, al medio y adentro. El Taladro no mejoró sólo por el aporte del zurdo, sino que la actitud de todo el equipo fue otra y por eso en diez minutos lo dio vuelta. A los 35’, con un pelota parada (especialidad de Julio César), Dos Santos la luchó, ganó arriba y García (entró por Carrusca) la mandó a guardar para dejar en claro que Banfield ya no estaba en la cama.
Con poco lo dio vuelta y con menos lo aguantó. Olimpo se adelantó en el complemento más por obligación y porque Banfield lo dejó, que por mérito futbolístico. Escasearon las ideas y sólo buscaron a las torres Delorte y Furch (entró por Galván), sin resultado. A los de Bahía no le alcanza con jugar 16 segundos y el Taladro demostró que es mejor encontrarlo dormido. Si lo despertás, te atiende.