La Selección recibe a Bolivia con el objetivo de mantener el puntaje ideal y seguir arriba en las Eliminatorias para Sudáfrica. Basile apuesta a un planteo súper ofensivo con Riquelme, Agüero, Messi y Tevez desde el arranque. Crespo, lesionado, iría al banco.
Argentina tratará de conseguir un poco más que tres puntos: el equipo de Alfio Basile intentará seducir con su actuación frente a Bolivia, esta tarde por la tercera fecha de las Eliminatorias. Y para conseguirlo tiene una idea que agrada: saldrá a atacar con su versión más ofensiva. El técnico ya decidió que jugará con un 4-2-1-3, que incluirá a Juan Román Riquelme como organizador y a tres atacantes por delante de él: ya tenían la titularidad garantizada Lionel Messi y Carlos Tevez; ayer se determinó que Sergio Agüero actuará en lugar del lesionado Hernán Crespo, quien tiene un dolor en el tobillo izquierdo.
El médico de la Selección, Homero De Agostino, le dijo ayer a Clarín: "Crespo no va a jugar. Se decidió cuidarlo". Además, durante la práctica de ayer en Ezeiza, Basile le habló especialmente -al margen de sus compañeros- a Crespo y le dio la pechera roja de los titulares a Agüero. De todos modos, Basile recién hoy, en River, confirmará la formación.
La presencia del atacante del Atlético de Madrid invita a una posibilidad interesante: la rotación entre Los Bajitos. Sobre todo, desde el medio hacia la izquierda, donde se moverán Carlos Tevez y el Kun, quien será elegido este año como el mejor futbolista Sub 21 de Europa. A la derecha, arrancará Messi. El delantero del Barcelona conoce en detalle esa posición, ya que es la que suele ocupar en su club.
Se trata de una oferta audaz para un entrenador proclive a elegir el 4-3-1-2 como sistema de cabecera. En esta ocasión, no incluirá a Maximiliano Rodríguez, mediocampista del Atlético de Madrid, quien venía jugando como ocho. En consecuencia, Javier Mascherano y Esteban Cambiasso serán los equilibristas en la mitad de la cancha. Ambos conocen esa función. Y, de acuerdo con la consideración del técnico, garantizan recuperación rápida.
Desde los tiempos de Marcelo Bielsa que una Selección no jugaba con tres delanteros netos. Y la apuesta significa un entusiasmo. O varios: los jugadores dicen que están convencidos de que funcionará; los especialistas coinciden; la gente se ilusiona... Y todo eso no es poco.